
Dime que el tiempo pasa,
pero que tú y yo nos quedamos
suspensos en un adverbio
entre lo efímero y lo eterno,
pululantes y ebrios
en la espiral de una vigilia
que desemboca en excesos.
Dime que el tiempo pasa,
pero que tú y yo nos quedamos
suspensos en un adverbio
entre lo efímero y lo eterno,
pululantes y ebrios
en la espiral de una vigilia
que desemboca en excesos.